gran gran video, gran gran tipo! increible la naturalidad para hablar de algo tan fuerte que vivio, pero que en si lo habla con naturalidad porque se da cuenta de la triste la realidad del no colegio privado, no cama, no cena caliente, no techo, no etc...etc. Es triste saber que el publico viendo eso probablemente salio con un gran aprendizaje pero que en fin lo unico que van a decir es "que tipo increible" pero luego no van a cambiar absolutamente nada, van a ver su situacion, la situacion de los pobres, pero va a seguir siendo al natural de ver. y por ultimo aclaro que lo que hizo el tipo de darle una moneda a los autos en el semaforo me parece alusinante, algo genial que tambien se ve en la serie "jorge" (recomendada por pampa, mirenla muy buena).
No hay que ser tan derrotista. De a poco, con estos videos, estas notas, los libros y artículos sociológicos, y todo eso, nos vamos concientizando. Sirve, lo que él hizo sirve, y que lo veamos sirve. No dejemos de intentar salvar al mundo, algún día lo vamos a lograr. Pero para eso, tenemos que hacer cosas, como hizo Pachi Tamer.
Que buena forma de ver lo que el linyera siente al frenar en un semáforo y evitar mirarlo. Me gusto mucho el video ya que te hablaba de ser linyera como algo cercano "gracias a mi vieja que hizo que un puto divorcio no me deje la calle" dice en un momento. Como que a cualquiera le podría pasar si no se pone a laburar y no tiene a nadie que lo banque económicamente. La parte de que las personas que viven en la calle son hermanos de alguien, hijos de alguien y madres de alguien también me llego mucho y esta muy ligado a algo que escuche ayer (de un tipo que organizaba una batucada con unos chicos de la villa) que hablaba de una barriada de Banfield y decía "los chicos de las villas, necesitan mas que el dinero, amor, cariño y un rol en la sociedad". Y la verdad que tiene razón. Gracias Pampa por compartir el video, me llegó mucho y me ayudó a ver a los nene que piden en los semáforos, de otra forma.
Claro que necesitan amor, cariño y un rol en la sociedad. Todos lo necesitamos. La plata es lo de menos. Este flaco no tenía plata, pero, a diferencia de un linyera, tenía a alguien que lo banque. Al linyera no lo hizo la pobreza, sino la soledad. Se fue volviendo loco a medida que su familia y sus amigos lo abandonaban.
Interesante el video, no lo había visto. Nuevamente me hizo acordar al texto "Estrategias" y a otro que subí al blog hace unos meses que se llama "Un vidrio", perdón por ser tan autorreferencial. Aventuro una hipótesis: para mejorar este problema (el abandono de los que están en la calle, la discriminación y marginación de los que no tuvieron suerte), no es la mejor estrategia "incluirlos", sino (como hizo el amigo de la charla), ir hacia el otro lado. Es decir, despreciar por un lado al "modelo de hombre respetable" y a la vez, convertirse en uno que no lo sea. En otras palabras, no intentar hacer que todos seamos "respetables", sino transformarnos cada vez más en marginales y poder transitar la vida en los márgenes.
gran gran video, gran gran tipo! increible la naturalidad para hablar de algo tan fuerte que vivio, pero que en si lo habla con naturalidad porque se da cuenta de la triste la realidad del no colegio privado, no cama, no cena caliente, no techo, no etc...etc. Es triste saber que el publico viendo eso probablemente salio con un gran aprendizaje pero que en fin lo unico que van a decir es "que tipo increible" pero luego no van a cambiar absolutamente nada, van a ver su situacion, la situacion de los pobres, pero va a seguir siendo al natural de ver.
ResponderEliminary por ultimo aclaro que lo que hizo el tipo de darle una moneda a los autos en el semaforo me parece alusinante, algo genial que tambien se ve en la serie "jorge" (recomendada por pampa, mirenla muy buena).
No hay que ser tan derrotista. De a poco, con estos videos, estas notas, los libros y artículos sociológicos, y todo eso, nos vamos concientizando. Sirve, lo que él hizo sirve, y que lo veamos sirve. No dejemos de intentar salvar al mundo, algún día lo vamos a lograr. Pero para eso, tenemos que hacer cosas, como hizo Pachi Tamer.
EliminarQue buena forma de ver lo que el linyera siente al frenar en un semáforo y evitar mirarlo. Me gusto mucho el video ya que te hablaba de ser linyera como algo cercano "gracias a mi vieja que hizo que un puto divorcio no me deje la calle" dice en un momento. Como que a cualquiera le podría pasar si no se pone a laburar y no tiene a nadie que lo banque económicamente.
ResponderEliminarLa parte de que las personas que viven en la calle son hermanos de alguien, hijos de alguien y madres de alguien también me llego mucho y esta muy ligado a algo que escuche ayer (de un tipo que organizaba una batucada con unos chicos de la villa) que hablaba de una barriada de Banfield y decía "los chicos de las villas, necesitan mas que el dinero, amor, cariño y un rol en la sociedad". Y la verdad que tiene razón.
Gracias Pampa por compartir el video, me llegó mucho y me ayudó a ver a los nene que piden en los semáforos, de otra forma.
Claro que necesitan amor, cariño y un rol en la sociedad. Todos lo necesitamos. La plata es lo de menos. Este flaco no tenía plata, pero, a diferencia de un linyera, tenía a alguien que lo banque. Al linyera no lo hizo la pobreza, sino la soledad. Se fue volviendo loco a medida que su familia y sus amigos lo abandonaban.
EliminarInteresante el video, no lo había visto. Nuevamente me hizo acordar al texto "Estrategias" y a otro que subí al blog hace unos meses que se llama "Un vidrio", perdón por ser tan autorreferencial.
ResponderEliminarAventuro una hipótesis: para mejorar este problema (el abandono de los que están en la calle, la discriminación y marginación de los que no tuvieron suerte), no es la mejor estrategia "incluirlos", sino (como hizo el amigo de la charla), ir hacia el otro lado. Es decir, despreciar por un lado al "modelo de hombre respetable" y a la vez, convertirse en uno que no lo sea. En otras palabras, no intentar hacer que todos seamos "respetables", sino transformarnos cada vez más en marginales y poder transitar la vida en los márgenes.