martes, 1 de octubre de 2013

El nuevo maestro y la nueva escuela

Hoy en día la situación docente-alumno reviste caracteres muy particulares. El intercambio de conocimientos e ignorancias es mutuo. Se descubre allí una situación de igualdad de origen en las posiciones de ambos. Ya no es el docente explicador, el que sabe, el que derrama conocimientos para que otros los recojan. La imagen se aproxima más a la que puede representar la idea de que el docente es un pasajero más en el viaje hacia el conocimiento.
El alumno tampoco es la tabula rasa. Sabe, en algunos aspectos, más que el maestro. Un ejemplo puede ser su relación con la  tecnología, pero hay innumerables campos del saber donde desigualdades como la mencionada son notables.
El maestro ignorante encuentra en el “no saber” una posibilidad, y es entonces cuando se abre esa posibilidad de pensar un pensamiento producto del no saber. Estamos ante el despliegue del devenir.
Pensar es una manera  de  producir. Mientras en el modelo pedagógico clásico la ignorancia es el contenido de la desigualdad, (se presenta como falla, déficit, desvío, etc.), pensar la enseñanza fundada en la ignorancia “el no saber lo que sabe el otro”, se nos plantea como potencia. La ignorancia con carga positiva: Como catapulta del saber posible. Una ignorancia que invita a pensar a favor de la igualdad de las inteligencias.
A partir de aquí me pregunto si sirve, o mejor dicho, “qué” sirve hoy transmitir.
En la escuela de la infancia de mis padres, por ejemplo, las chicas confeccionaban muestras cuadrangulares de puntos de tejido, en la clase de actividades prácticas. Después, estas miniaturas se pegaban en las hojas del cuaderno. Este ejemplo sirve para reformular mi pregunta: esa tradición, en tanto pasado investido de autoridad, ¿debe ser trasmitida en la escuela de hoy? 



No se trata de discutir el valor de la educación o la presencia de la escuela, sino la educación y la escuela que se necesitan en nuestro tiempo. La escuela que necesita la sociedad de hoy.



No se trata de mantener la formalidad de la educación detrás de la fachada de instituciones escolares inútiles. Si proclamamos la conveniencia de concurrir a la escuela pero no hay ningún efecto constatable de su paso por ella, (o nada se espera de ella), educación y escuela se vuelven formalidades de las que se puede prescindir. Quiero decir que si la escuela enseña recetas para una vida que no existe, y traza mapas para una realidad que no conoce, no servirá de mucho.

7 comentarios:

  1. Es interesante lo que decís. Por una parte, que la educación en los colegios no sea la misma que hace tiempo atrás, me parece explicable, porque todo se transforma y cambia. También el hecho de que se ponga a prueba el saber del profesor, cuando muchas veces hasta es "opacado" con el saber del alumno (mas que nada con el ejemplo que pusiste de la tecnología). Si nos cuestionamos entonces, si sirve o de que sirve lo que intenta transmitir el colegio, creo que no pasa solo por la educación, sino también por cuestiones humanas. El hecho de convivir con compañeros 8 horas - 5 días a la semana, establecer relaciones sociales con profesores, respetar, intercambiar ideas/debatir, ser responsable y solidario. De esta manera, no estoy de acuerdo con tu comentario: "enseña recetas para una vida que no existe, y traza mapas para una realidad que no conoce, no servirá de mucho", ya que nos enseña indirectamente lo que mencione anteriormente (no nos ponemos a pensar mucho en estas cuestiones) porque nos enceguece la idea de que el colegio es enseñar, transmitir y recibir, y pasa solo por la educación.

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    1. Cami, muy adecuada tu observación. A lo que me refería era a la idea de la enseñanza en cuanto a contenidos.
      Pero ya que lo mencionas, me pongo a pensar que también tiene que ver con las pautas de conducta de una sociedad. Esas cuestiones humanas que mencionas, que yo traduciría como "valores", claro que se aprenden también en el colegio. Y entonces surge una nueva pregunta: ¿Se deben enseñar los mismos valores en la escuela de hoy, que en la escuela de la época de nuestros abuelos?

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    2. La mayoría de los valores que vos decís que el colegio nos da son prescindibles o se pueden aprender en otro lado y de otra manera. ¿Quien necesita ir al colegio 190 días al año, por 12 años, para "establecer relaciones sociales con profesores"? Ese no es su objetivo ni su deber, y tampoco el tuyo. Las relaciones sociales se aprenden donde sea que estés en contacto con gente. En cuanto a lo de "respetar, intercambiar ideas/debatir, ser responsable y solidario", yo creo que es más como ser sumiso, dócil y obediente, hacer caso a tus superiores y acatar las reglas. De solidaridad al colegio no le veo mucho tampoco. Creo que atrás de cada uno de los valores que mencionas hay intenciones de hacernos mas maleables y obedientes. En definitiva, el contenido no es lo que vale en el colegio, sino aprender a seguir instrucciones, respetar fechas de entrega, acatar las reglas, ser disciplinado, obedecer a tus superiores y aceptar ser castigado cuando no obedeces. Al nacer, uno esta abierto a todo; no sabe nada, esta en blanco, quiere y necesita aprender, y a medida que uno va creciendo se va cerrando cada vez más. El colegio ayuda a que esto pase.

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    3. Sí, Pampa, y en lo que decís sos Foucaultiano. Recuerden la idea del disciplinamiento, del panoptismo, del control sobre los cuerpos, de la vigilancia, el castigo, y sobretodo del Poder. La escuela es ante todo una estructura de poder para domesticar el cuerpo social.
      Nos disciplinan, nos hacen obedientes, dóciles, para que seamos funcionales a los intereses dominantes de nuestra sociedad. Por lo tanto, habrá que ver si esos valores, de los que venimos hablando y que tomamos con naturalidad, no están operando para disciplinarnos, para marcar cómo tenemos que ser. Es para pensar si acaso no terminamos siendo "Como a otros les sirve que seamos".

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  2. Esta muy buena la mirada hacia la educación y las relaciones que se establecen en la nota, muy interesante.

    La educación siempre a mi me pareció que estuvo mal desarrollada, si bien el concepto que si creo que se aplica es al revés de "Quiero decir que si la escuela enseña recetas para una vida que no existe, y traza mapas para una realidad que no conoce, no servirá de mucho.". yo pienso que si nos prepara para una realidad en la que vivimos porque el mundo funciona así, y es algo que aunque suene sin esperanzas no va a cambiar.

    El colegio hoy en día lo necesitamos,"Ya no es el docente explicador, el que sabe, el que derrama conocimientos para que otros los recojan" si cambio la forma de enseñar en eso re concuerdo, en relación con el tema ahora veo también que el profesor al ser opacado por el alumno siempre trata de probar que sabe mas y termina centrándose en otra cosa. siempre tratando de probar quien es mejor y eso arruina esta relación de la que hablamos.

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    1. A lo que se refiere la frase "si la escuela enseña recetas para una vida que no existe, y traza mapas para una realidad que no conoce, no servirá de mucho" es a ésta idea de que dudo que a ustedes (por la sociedad en la vivimos) les sirva tener una materia que sea "corte y confección" como tenían las abuelas en el pasado. Entonces, ¿Qué enseñar hoy según la nueva configuración social que habitamos? ¿Qué sirve que ustedes sepan para desarrollarse en ésta sociedad?
      Ahora que lo vuelvo a pensar: si así como cambió la relación docente-alumno y van cambiando los contenidos de las materias, y la tecnología nos pone a todos en ésta situación de panóptico. ¿No habrá que volver a las fuentes para encontrar algo de calma? digo, volver a lo rudimentario en vez de seguir corriendo detrás de aquello que no deja de avanzar, tan velozmente que nos perdemos.

      Para seguir pensando...

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  3. Sabri me encanta la idea de "nuevo maestro-nueva escuela" ya que a medida que las generaciones van egresando del colegio, los temas tienen que ir cambiando y se tienen que ir actualizando con el tiempo.

    Hoy en día que me enseñen a tejer, a cocinar, a planchar, no vale la pena. Ya que hay maquinas que hagan eso y ademas nosotras de grandes seguramente vamos a estar laburando afuera de nuestras casas, mientras otra persona/maquina lo haga.

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