lunes, 18 de marzo de 2013

The Wall: Fanatismo y conductas sociales

Aviso: No conseguí el fragmento que quería completo y subtitulado, así que subo la película entera. Mi nota abarca desde el minuto 1:12:35 al 1:18:57. Hay imágenes bastante fuertes, así que el que sea impresionable puede dejar de mirar en el minuto 1:16:30; no voy a profundizar sobre lo que pasa después, pero me parece importante que lo vean los que tengan ganas.


Antes que nada, quiero establecer un par de cosas que pueden ayudar a quienes no hayan visto la película a comprender el video y la nota a continuación. El hombre que habla, grita y canta, a pesar de lo que él mismo dice, es Pink. Frecuenta alucinaciones y nada en su cabeza está muy claro, lo que produce que, al estar (la película) contada desde su perspectiva, lo que pasa pueda ser real o no. El es una estrella de rock con muchos fans y seguidores, lo que explica la cantidad de gente en el público, y quizá también su fanatismo. El resto lo dejo a su criterio.

Esta es, creo yo, la crítica social más grande de la película. Muestra como el fanatismo puede lograr que la gente actúe fuera de sí; y cuando son grandes grupos de personas, se puede poner muy peligroso. Se ve como las masas pueden ser dominadas fácilmente por una sola persona, haciendo que sigan los  ideales y alcancen las metas de quien esté al mando, imposibles e irrealizables sin un ejército a su disposición.

Cuando Pink entra al teatro pasa caminando entre la multitud saludando a todos a su alrededor, quienes se muestran agradecidos por recibir su bendición, al igual que muchos líderes políticos a lo largo de la historia. Vale aclarar que es seguido por varios guardias que lo protegen y le abren paso entre la muchedumbre. En este poco tiempo se revelan muchas cosas. Primero, vemos como Pink, sus guardias, algunos de los seguidores e incluso los bebes están uniformados de una forma muy particular, y con una bandas en los brazos que imitan a la esvástica, característica del nazismo. También podemos ver entre la gente hombres vestidos como los integrantes del Ku Klux Klan. El afán de la gente por saludar o tener una ínfima conexión (aunque sea una mirada) con su “líder” también es propio de las manifestaciones políticas tanto de Hitler como de Mussolini, Stalin, Lenin, Perón y hasta nuestra presidenta. Hay una similitud en la forma de apelar al público de todos estos líderes (y muchos más) y es, a su vez, parecida a la que se ve en la película. Cuando Pink llega al escenario es recibido con una ovación y lo saludan haciendo señas también características del nazismo. Después, forma una equis con los brazos y la multitud responde imitándolo.

Cuando finalmente llega al micrófono, dice que quiere ver quiénes son "realmente sus fans" y empieza a ordenarles que saquen por la fuerza a personas por ser negros, homosexuales, judíos, porque tienen pecas o simplemente porque le parecen raros. Estos obedecen y se abalanzan sobre aquellos que su líder señaló como impropios e inferiores, orgullosos de poder colaborar, y los “ponen contra la pared” (metáfora de gran importancia en la película). Para cerrar el discurso dice “si fuese por mí, les pegaría un tiro a todos ustedes”, lo que provoca un estallido de aplausos y ovaciones, cantos de “Hammer, Hammer, Hammer” (nombre del grupo musical o, después de eso, un grupo político emergente) y la señal  de la equis que los representa.

Este fragmento de la película es una imitación exagerada (o no tanto) de lo que paso en las dictaduras que parecen muy distantes pero que fueron hace muy poco. Es fácil entender comportamientos ahora impensables y ridículos de hace siglos, por que pensamos "Eso era antes, ahora el mundo es distinto". Pero cuando son de hace poco más de cincuenta años (como fue la segunda guerra mundial), esa excusa deja de tener sentido. Además, el fanatismo no es algo que solo existió en el nazismo, fascismo, u otras grandes movilizaciones de nivel mundial. El fanatismo existe hoy, y va a seguir existiendo. Queda muy claro en La Ola que no somos tan distintos a quienes apoyaron a Hitler o a Mussolini, y que podemos ser fácilmente movilizados sin importar los ideales que sigamos. También se ve claramente que no es necesario ocupar un cargo de gobierno para hacer que la gente te escuche y obedezca.


¿Cuántas veces escuchamos que un simpatizante de tal equipo fue asesinado en una pelea de equipos (o entre los del mismo equipo) durante un partido de fútbol? ¿Y cuántas de estas veces escuchamos que el responsable está cumpliendo su sentencia en la cárcel? Sin duda la respuesta a la primera pregunta es un número más grande que la respuesta de la segunda. ¿No es fanatismo esto? ¿No es contra la ley? ¿No es antihumano? Como lo veo yo, matar siguiendo ideologías políticas y matar en una disputa deportiva es lo mismo. Hace unos meses salieron a la luz fotos de Justin Bieber fumando marihuana, lo que provocó que muchas chicas subieran fotos suyas cortándose las venas en modo de protesta para que su ídolo deje de drogarse. Así de fanáticos somos hoy en día. Entonces lo que muestra la película no es tan exagerado ni tan viejo. La circunstancia cambió, pero el resultado es el mismo.

Lo que sigue en el video es una burla del nazismo bailada y fuertes imágenes de purgas y golpizas realizadas por los seguidores de Pink. No voy a profundizar sobre eso porque creo que las imágenes dicen mucho más de lo que yo pueda decir.

Después de ver todo esto, yo no puedo entender como veo gente en la calle con remeras del logo de Hammer ni como la gente imita a Roger Waters (creador de la película) cuando hace la “equis” en los recitales. Y mucho menos, como seguimos creyendo que esto es algo de antes.

4 comentarios:

  1. Pampa, me gusto mucho tu nota porque tambien me senti muy identificada. Reconosco que yo, como parte de la sociedad, aveces tambien reacciono asi ante un idolo mio. Inconcientemente esa persona te persuade y atrapa tanto que no te tomas un tiempo para mirarlo desde afuera y observar lo obsesivo que puede llegar a ser el fanatismo. Me gustaron tus comparaciones de Pink con leaders de la historia y la actualidad.
    Cuando uno lee esta nota, se sorprede e incluso se pueden reir, ya que parece una locura. Pero si lo ves de adentro, te das cuenta que te puede llegar a pasar a vos, y es poreso que hay que ser conciente de eso para no permitir que pase.

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  2. Pampa, increible nota. Me parecio muy real, y muy bien desarrollada la idea. Estoy bastante de acuerdo con todo lo que planteas. El fanatismo es algo que como decis, si se lleva al extremo, se pone peligroso. Da miedo pensar que todo eso es real, y que tal vez alguna vez, formamos parte de eso. No tengo mucho que agregar, porque todo esta dicho.

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  3. No puedo agregar nada, es una increible nota! No le puedo encontrar mucha critica y creo que es algo que ya planteamos mucho en clase despues de ver "La Ola".

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  4. Muy buena nota, Pampa. Hay muchas coincidencias con lo que trabajamos en "La ola" y también hay muchos sociólogos y politólogos que han pensado sobre este tema, por ejemplo el sociólogo Max Weber. La relación entre un "líder carismático" o "caudillo" y la "masa" o los "fans" en este caso.

    Pasa con cantantes o grupos de música (porque hay un ritual en el concierto), con líderes políticos y también con líderes religiosos (desde el Papa católico hasta los pastores evangelistas, que saben muy bien cómo funcionar como líderes carismáticos).

    En todos estos casos es muy importante identificar la "pureza" de los que pertenecen al movimiento ¿Sos un buen peronista? ¿Sos un buen cristiano? ¿Sos un buen fan de esta banda? ¿Sos puro? ¿Sos un hincha de Boca como corresponde? Así aparecen, por contrapartida, los traidores, los fallados, los cobardes, los homosexuales, los delincuentes, los negros, los judíos, identificaciones para indicar que no son suficientemente "fieles". La palabra fidelidad es lo importante, porque en todos estos movimientos, lo más importante es la identificación directa y la fidelidad al líder.

    ¿Obedecés o no lo que dice el líder del partido? ¿Sos fiel al amor divino o no?

    Como bien decís, esto puede llevar al asesinato, en guerras políticas o religiosas, en ajusticiamientos, en eventos deportivos.

    Creo que para entender mejor el fenómeno, la película "La Ola" nos ayuda mucho, cuando los chicos dicen qué es lo que les gusta de pertenecer a La Ola.

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