A finales del siglo XIX, John Dunlop inventó los neumáticos con cámara, dando inicio a una industria gigantesca, cuya materia prima (el látex) era extraído de algunos árboles en América y en África.
Leopoldo II, rey de Bélgica en esa misma época, tenía grandes extensiones de tierras en la zona del Congo y ante la inminente posibilidad de enriquecerse proveyendo materia prima para la industria del caucho, no dudó en explotar de la manera más salvaje a la población nativa. Las fuentes difieren respecto a la cantidad de africanos masacrados en esos años en la explotación del caucho, pero los números oscilan entre 2.000.000 y 10.000.000 de asesinados, sin contar la innumerable cantidad de mutilados, ya que ese era uno de los castigos favoritos de los soldados del rey, quienes controlaban la producción. Testimonios como este, hablan por sí solos.
No hace falta aclarar lo obvio: la relación de la mercancía con el consumidor oculta el proceso de producción (y el concepto "proceso de producción" oculta el exterminio y la tortura). La publicidad, por su parte, hace todo lo posible por mostrar los atributos deseables de la mercancía, a la vez que borra toda huella de verdadera (y ensangrentada) humanidad.
Esdte me parece otro claro ejemplo sobre el proceso que oculta lo oscuro que hay detras del hecho.
ResponderEliminarEl caso del automóvil es algo que nunca se había pasado por mi cabeza, se puede notar tortura de personas, muertes ocasionadas por dar a lugar estos productos.
Nuevamente tenemos un proceso oculto, pareciera que para TODO lo que consumimos debemos explotar a los que son vistos como "menos" que nosotros. Algo así como obvio que para tener un lindo jean de la mejor marca siempre va a haber gente discriminada y sufriendo. No es así. Deberíamos verlo como algo imposible que pase. Pero si los medios, que son los que llegan a mas gente apenas hablan sobre el tema (y solo si pasa una catástrofe como en el mes anterior), se utiliza la publicidad solo para demostrar lo increíble que es esta llanta cuando en realidad por detrás son producto de la muerte, esclavitud de personas
Esta nota la puedo relacionar con el libro que leímos en literatura, "El corazón de las tinieblas" de Joseph Conrad. Trata sobre la civilización y barbarie, en la época del imperialismo europeo. En cuanto a barbarie, se refiere a los salvajes, los nativos del Congo, quienes eran duramente maltratados y castigados sin piedad alguna. Eran tratados no como esclavos, sino como animales, sin considerarlos como seres humanos. Pensar que hoy estamos en el año 2013, después de 65 años de la declaración universal de los derechos humanos y la mano de obra sigue siendo explotada.
ResponderEliminarComo es que después de tanta crueldad y explotación hacia la mano de obra, la producción se mantenga oculta, o por lo menos para los consumidores? Creo que el tema está mas que hablado, así que lo único que quiero decir, es que la publicidad se suma a este proceso de producción oculto, creando atracción en los consumidores, de manera hipnótica. Como si sería poco...
Claro, el libro de Conrad (excelente para mi gusto, espero que les haya gustado, aunque a veces el colegio termina hasta arruinando los buenos libros) está basado en este caso. Hoy en día sigue la explotación en el Congo, pero por el Coltan, una materia prima que se usa para fabricar productos electrónicos.
EliminarEste es otro ejemplo de como nuestro capitalismo nos lavo la cabeza, y no puede ser que personas, maten a otras solo por capital, esto ya se volvió un problema, pero lo que no queremos ver es que nosotros hacemos algo parecido (no tan grave como matar o explotar personas) pero cuando compramos en lugares con mano de obra esclava, y nosotros comprando en esos lugares estamos "apoyando" a eso, aunque no queramos verlo.
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